La protagonista de esta historia es una venezolana que emigró junto a su esposo e hijos. En su país se dedicó entre otras cosas a planificar eventos convirtiéndose en una destacada wedding and planner. #MiVuelo presenta a Adriana Hernández.
Fue el 9 de enero de 2019 cuando Adriana emigra a los Estados Unidos. En su país le iba bien laboralmente, pero en esa época no conseguían nada. Por si fuera poco, el colegio donde estudiaba su hija lo cerraron, hacer mercado resultaba toda una odisea, tampoco se conseguían las medicinas básicas y eso le frustraba.
Justamente su esposo había estado en los Estados Unidos 2 años antes y sabía que en este país valorarían sus estudios como electricista, por lo que decidieron dar el paso.
Adriana es Licenciada en Comunicación Social y estaba como Wedding and Planner. “Dejé los medios de comunicación 3 años antes de venirme y me dediqué a hacer eventos en una casa de eventos muy importante en la ciudad de Maracay”, dijo.
Entre sus primeros trabajos realizados al llegar a su nuevo nido, fue hacer de mesera en eventos sociales, eso le permitió ver cómo eran las bodas aquí, dijo “fue una gran escuela”. Luego, trabajó por 3 meses en un restaurante de ensaladas picando vegetales y de lavavajillas.
También entre las experiencias laborales que Adriana asumió el reto de hacer, fue la de las conocidas aplicaciones: Doordash, Amazon, Uber Eat. Se le presentó la oportunidad de trabajar con una amiga haciendo pastelitos y tequeños.
De las cosas que extraña de su país Choroní, un lugar mágico de playa famoso en Aragua. También extraña a su papá que no ve desde hace 4 años.
La magia de los eventos
Persiguiendo su pasión y lo que le gusta hacer registra H&H Event Planner, una empresa dedicada a la organización de eventos. Dijo; “no tenía pensado dedicarme a esto aquí, lo veía lejano. Un compañero de trabajo y amigo mexicano se iba a casar y lo estaba ayudando con la organización. Localicé a una florista venezolana que hacía unos arreglos hermosos. Nos reunimos, y aunque no la contrató, ella y yo quedamos en contacto.
“Un día recibí la llamada de un muchacho diciendo que me había recomendado esa florista para que coordinara su boda. Fui a reunirme con ellos muy feliz, y al día siguiente me llamaron para decirme que estaba contratada”, destacó Adriana, al tiempo recuerda con mucha emoción sus primeros trabajos para la comunidad en Dallas.
Su mensaje para muchos inmigrantes fue el siguiente: “si algo te apasiona ponle corazón, mente y alma. Patea la calle, rodéate de gente exitosa. Confía en ti, en tus capacidades y, sobre todo, sé agradecido con Dios por todas las oportunidades que se te presentan. Dios siempre nos ayuda a cumplir nuestros sueños. Solo tenemos que poner manos a la obra“.
Gracias Adriana por permitirme contar tu historia, por servir de ejemplo e inspiración.
Me despido hasta la próxima historia,
Adriana Henríquez
@migrantesenvuelo