Tres historias de “Amor Migrante 2022”

Las parejas que hoy les presento se conocieron de distintas maneras, una de ellas viajó para conocer a su media naranja, otra por medio de una amiga hizo prácticamente una cita a ciegas con excelentes resultados y la tercera pareja arranca su vuelo de amor en medio de una carrera de Uber. Ellos son nuestros protagonistas de este 14  febrero de 2022.

María Andreina y Wim

Se conocieron en una sala de videoconferencia llamada Chatroulette donde puedes chatear de forma aleatoria con personas de todo el mundo. Dijo María Andreina “yo buscaba una persona para practicar mi inglés porque planeaba irme a estudiar a Canadá, pero tenía una foto en mi perfil porque mi cámara no funcionaba en el chat”. Entonces Wim le envió un mensaje y empezaron a conversar. Le dijo que era de Bélgica y hablaba Flamenco, pero su inglés era suficientemente bueno para practicar. Él no creía que María Andreina era la persona de la foto, por lo que le compartió su dirección de Skype. Luego de unos minutos perdieron la comunicación y realmente ella no creía que volvería a encontrarlo, pero sorpresivamente él la contactó por Skype.

“Confirmó que yo era la persona de la foto y desde ese momento hacíamos videollamadas casi a diario por horas”.

Ambos son divorciados, él ya era padre y tenían intereses muy parecidos, así que se sintieron atraídos por lo que los planes para ella cambiaron. Es así como sale de Venezuela y viaja para conocer a Wim, fue el 21 de abril de 2014 cuando llegó a Bélgica para celebrar su cumpleaños y tres meses después él le pidió que se quedara.

“Las diferencias culturales sin duda han influido en la convivencia, pero hemos ido superando los obstáculos. Hoy en día somos además padres de un niño a quien educamos en 3 idiomas”, dijo María Andreina.

 

Mercedes y Jason

“Después de varios años de soledad y de migrar a una ciudad donde no conocía a nadie, me llegó el amor”. Así lo describe para narrar su historia de amor Mercedes, una venezolana radicada en Carolina del Norte. Ella conoció a su esposo por una cita a ciegas a través de una amiga en común de su trabajo que jugaba a matchmaker y gracias a Dios la pegó con ellos.

Dijo “fuimos a comer sushi en nuestra primera cita y duramos 4 horas hablando con mi inglés roto y sus 4 palabras en español. Desde ese día nos empezamos a ver todos los días, la conexión fue instantánea. Me sentí acompañada y segura. Es el tipo de amor que te da tranquilidad, que te impulsa y te tiene mucha paciencia”.

Aunque como dice Mercedes piensan y hacen muchas cosas diferentes, ese es el encanto de esta bonita relación. “Jason es como un gringo con sangre venezolana, le encantan las arepas, las empanadas y las hallacas. Se la lleva buenísimo con mi familia. Y le encanta aprender cosas nuevas de mi cultura”.

Esta pareja se casó a los 9 meses de conocerse aseguran que sentían como que si se conocieran de toda la vida. Actualmente tienen dos hermosas hijas, un perro y muchos sueños por cumplir.

 

Neyda y Alfredo

Neyda es venezolana y emigró a los Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Orlando, viajó con sus dos hijos y trabajaba haciendo Uber y Lyft. Durante uno de los servicio conoce a Alfredo, también venezolano de Caracas, es así como surge una amistad con cientos de horas de conversación telefónica.

Ella siempre le enviaba dinero a su mamá y Alfredo le dijo que tenía un primo en Venezuela que cambiaba los dólares y que era de super confianza. Por lo que ayudarla en estos trámites hizo que ganara unos cuantos puntos. Hablaban por teléfono por más de una hora como si se conocieran desde hace tiempo. Además, mientras Neyda hacía Uber en carreras largas Alfredo la acompañaba a través del teléfono, en uno de esos viajes él le cuenta que se vendría definitivamente para los Estados Unidos y entonces ella preparó todo para recibirlo en casa de su primo.

Tras ese recibimiento comenzó una bonita historia de amor y luego de tres años decidieron vivir juntos. Hoy tienen su casa propia con una bella familia.

Gracias a cada pareja por compartir su breve reseña, les deseo mucho éxito y que reine el amor.

Será hasta las próximas historias de amor migrante.

Se despide,

Adriana Henríquez

@migrantesenvuelo