Cordova: “mi corazón está en dos: Chile – Venezuela y amo a ambos”

Repartió más de 20 hojas de vida para buscar trabajo en Chile, más las aplicaciones que hacía desde casa todas las noches recién llegada a ese país. Lo más difícil de su cruzada migratoria ha sido la pérdida de su abuela a tan solo un mes de llegar al país donde emigró, pero estaba presente una gran bendición para la protagonista de esta historia y ya verán cual. #MiVuelo presenta a Luisana Cordova.

Luisana es venezolana y viajó sola el 26 de mayo del 2017 rumbo a Santiago de Chile, para ese año que llegó hubo una nevada que no había ocurrido desde hace muchos años.

Se había graduado de periodista, tenía tres trabajos y no le alcanzaba para los gastos de vivienda ni para comer, dijo “recuerdo ese tiempo que empezó la escasez y se me hacía imposible hacer las colas desde las 4 de la madrugada para comprar comida, fue muy dura esa época para Venezuela y además, imposible de ejercer mi carrera en una dictadura”.

Trabajaba como productora de radio en un programa que se llamaba “En Venezuela si hay”, también en dos portales de noticias y a la par manejaba redes a clientes que necesitaban posicionar su marca, con todo y eso no le alcanzaba el dinero para cubrir todo, por lo que la idea de emprender vuelo a otro país tomó fuerza.

Al llegar a Chile repartió su currículum en muchos sitios, asegura que fue difícil vivir el rechazo porque necesitaba los papeles y en aquel tiempo era muy nuevo para el chileno dar papeles, le tocó explicar un montón de veces cómo era el proceso. Luisana tenía la fe de ejercer su carrera en Chile y tenía un año investigando antes de viajar.

Una pérdida irreparable

De las cosas que a Luisana le tocó enfrentar en Chile, como trabajar en la calle, no hay nada más difícil para ella que la muerte de su abuela, quien tenía un mes de haber llegado Chile y Luisana estaba embarazada, “fue un antes y un después en mi vida, han sido años de terapias, de sanar y decidir verlo como un aprendizaje y sin duda la pérdida de un ser querido te lleva a cuestionarte mucho, al mismo tiempo solo Dios sabe su voluntad…” dijo.

Tras nacer su hija, la princesa Roraima Isabella, sufrió mucho de depresión post parto, más el duelo de su abuela, fue muy retador ese proceso, sin embargo, con la ayuda de su esposo y de las terapias lo que más deseaba era dedicarse a su hija. Dijo “mi apego por ella en ese tiempo era muy grande y mi psicóloga me ayudó a llegar a mi raíz y me llevó a recordar todas las manualidades que hacía con mi abuela y me decía que hiciera algo que me hiciera sentir bien y que a la par pudiera cuidar a mi hija y ahí nace @roraimadesign”

Luisana Cordova, venezolana en Chile.

Su emprendimiento nació por el amor sanador, se atrevió a ofrecer productos diseñados por ella, dijo “siento que se llevan una parte de mí y de esa infancia con mi abuela de crear con nuestras bendecidas manos y aquí estoy a punto de cumplir ya dos años con mi negocio de tienda de regalo y me ha encantado, ha sido retador, al mismo tiempo no cambiaría por nada del mundo los primeros tres años de mi hija y yo ahí para ella”.

El mensaje de Luisana no podía faltar transmitió un sí se puede y que si sienten lo contrario buscar ayuda es la mejor opción, justamente es lo que le llevó a ella a lograr muchas cosas, entre ellas a creer en sí misma. Dijo “estoy empezando a hacer colaboración con marcas y ha sido por mucha constancia y sueños que tengo atesorado en mi corazón. Estoy a la orden para el que necesite esa mano amiga y ese consejo y te digo que DIOS NOS DIO LA VIDA PARA TENER TODO LO QUE TE PROPONGAS”.

Gracias Luisana por tu aporte, por permitirme narrar una historia migrante hermosa y llena de amor.

Me despido, hasta la próxima historia

Adriana Henriquez

@migrantesenvuelo